8/05/2014

VIA CRUCIS

Retomando lo que te contaba hace ya unas semanas en "El principio de un largo camino", me veo en la necesidad de continuar explicándote el proceso (o via crucis, porque para el caso...) por el que pasé.

Así como te decía que era un proceso regenerativo y depurativo a través del sistema linfático, también te explicaba lo necesaria que es una buena alimentación. Durante todo este tiempo he tenido que medir todos y cada uno de los ingredientes de cada plato, pues cada vez que erraba en ello, brotaba. Al principio es complicado porque no te das cuenta, no piensas que, y si... pero acabas escarmentando.

Y como tratamiento por fascículos que es, va brotando poco a poco por cada parte del cuerpo. Los primeros meses ya te dije que fueron horribles (cuello y orejas), pero a los 3 o 4 meses de recuperación de esa zona... ZAS! Nuevo brote. Esta vez en los brazos. Ya había notado cómo poco a poco se iban hinchando, y no era precisamente músculo (ya quisiera). Picor, rascar, escozor... volver a pasar la fase del cuello? Dios... Y durante un tiempo fue bastante fastidiado. La ropa tenía que ser holgada, tapar con telas para que no se pegara la piel a esta, y no todos los días uno se levantaba con el mayor de los ánimos. Impotencia y desesperación acudieron a mi en un sinfín de ocasiones. Pues no solo los brazos empezaran a brotar. También lo habían hecho las piernas por la parte de los gemelos. Todo muy simétrico.

Y bueno, así como eso empezó a brotar y le llevo casi hasta hace unas semanas aparentar recuperación (del tercer o cuarto mes hasta el séptimo), también lo habían empezado a hacer los tobillos y el pecho, que aún a día de hoy se resisten a curar.
Todo un cúmulo de brotes por zonas que ya no sabes si se quedarán contigo, si se acabarán yendo y serás normal de una vez por todas.

Hace bien salir a la calle (a pesar de que haya muchos días en los que tu cuerpo se sienta débil) y que te de el aire en las zonas afectadas. Les ayuda a secar. Y más si se puede ir a la playa y darles unos baños salados y de sol. Viene a ser el mismo cuento de la entrada anterior "No te escondas". Hay que salir.

Qué te parece todo esto? Seguro que resulta difícil de creer que al final los eccemas curen solo sin necesidad de medicación, no? No dudes en comentar cualquier duda o curiosidad que se te pase por la cabeza.

Gracias por tus minutos.

Hasta nueva entrega!

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