3/27/2015

TIRANTECES

Como dermatítico que soy tengo muy asumido que la elasticidad de mi piel no es la mejor del mundo. Durante toda mi vida he tenido problemas en las articulaciones del cuerpo (codos, muñecas, rodillas y tobillos), y es lo más común en cualquier dermatitis suave o severa. Todo, o casi todo, lo relacionado con un brote de dermatitis tiene sus primeros síntomas en esas áreas.
Es gracioso recordar como algunos amigos y conocidos se acercaban para enseñarme que les habían salido unos granitos o unas sequedades ahí y querían una explicación. Está claro que no tengo licencia para ejercer pero Quasidermatólogo se arriesga a dar su opinión y... a veces hasta acierta!

Nadie tiene un brote igual al de al lado, simplemente es similar. Pero pica, se pone rojo, se irrita y es un incordio. Y esto si es solo un pequeño eczema. Si llega a ser un rosetón como los que yo he tenido... esa zona se irrita hasta el punto de la supuración. Por lo tanto, al querer recuperarse (y al surtirla de corticoides por aquel entonces) se agrieta y es muy molesto al estirar el brazo o la pierna. Podría hacer símiles, pero creo que la explicación es bastante gráfica y/o sugerente (para gustos).

Total, que durante muchos años he rascado, supurado, encorticado, agrietado y recompuesto (no todo es -ado) cada parte de mi cuerpo en miles de ocasiones. Y tras ponerme en manos de la medicina natural para superar estas complicaciones, he pasado por momentos muy difíciles que impedían prácticamente mi movimiento. Imposible estirar los brazos (lo que derivó en algún problemilla de hombros) o cojear porque mis tobillos se recomponían lentamente.
Una vez que esta mala época fue pasando, decidí hacer algo con mi vida y rehabilitar mi cuerpo poco a poco, ya que durante diez meses estuve sin realizar ejercicio alguno. Y me decanté por un ejercicio relajado, simple y delicado. Sucumbí a la moda del pilates.

"Eso es para mujeres, ¿no?". Es lo primero que todo el mundo piensa cuando le hablas de esta disciplina. Pero lo cierto es que es una tabla de ejercicios para la gente, sin distinción entre sexos. Es verdad que la mayor parte de quienes lo practican son mujeres, pero quizás la no asistencia de hombres se deba a la ignorancia y a la tendencia de los estereotipos.
"Eso es para relajarse y dejar la mente en blanco como el yoga". Lo suelen pensar muchos y, tampoco están muy lejos de la realidad. Lo cierto es que en la fase inicial aprendes a relajar tu cuerpo y a controlar la respiración con el diafragma.
"Lo que hacen es colocarse de maneras raras e incómodas". Pues como en cualquier deporte cuando calientas para ello. Pero en pilates son movimientos y posturas más lentas que ayudan a fortalecer la musculatura. De hecho, el párrafo anterior habla del control de la respiración que es la base para poder realizar los ejercicios y para tener noción de cada parte de ti. Esas "posturas raras" lo que hacen es ayudarte a mejorar la elasticidad y el equilibrio, para lo que debes tener concentración durante el entrenamiento. Además, muchas lesiones musculares son tratadas con esta práctica sin forzar el cuerpo ni la parte dañada.
"Es para gente cansada, poco acostumbrada". Puede que la tabla de ejercicios no sea tan aeróbica y sudada como otras actividades en las que dejas el pulmón de fuera. Simplemente, te invito a entrar en una clase y que, al final, me escribas qué te ha parecido.
"Como está de moda, todo el mundo se apunta". Pues bienvenida sea la moda si se trata de hacer estos estiramientos y calentamientos corporales. Cierto es que está en boga y todo centro que se precie tiene el pilates entre sus clases de fitness, y también es verdad que por ser así, también se nota en el bolsillo.

Todo esto no son más que ciertas premisas a las que normalmente respondo cada vez que digo que voy a pilates. Al principio suena raro, pero quien luego lo prueba y ve resultados (tanto en mí como en sí mismos) entiende lo que digo. Además de controlar el equilibrio, aprender a respirar, a doblarme como nunca pensé que lo haría y a fortalecer musculatura (sobre todo abdomen), lo que he conseguido es "educar" a mi nueva piel y enseñarle a estirarse nuevamente poco a poco después de tanta sequedad y oxidación. ¿Podríamos decir que el método pilates ha reemplazado a los corticoides en mi vida? Mmm... no lo tengo claro. Simplemente me encuentro mejor.

3/08/2015

50 ECZEMAS DE PIEL

No soy Grey, ni pretendo serlo. Pero sin haber leído ni una línea del libro creo que hasta me sé el argumento. Digo esto porque he visto la película basada en el mismo. Pero que no te extrañe, no he pagado por ello. Simplemente soluciones alternativas en la red para saciar esa "curiosidad" y que, según la persona que estaba al lado, para nada es lo que ella leyó.

No se ha hablado de otra cosa últimamente. Hasta diría que los Oscars han quedado relegados a un segundo plano durante estos días ante la expectación del estreno de una película que ha colapsado salas de cine en todo el mundo. Una historia que hace humedales entre todas aquellas que han disfrutado de sus párrafos como si nunca otra cosa hubiera deseado jamás. Juegos y deseos casi oscuros que pueden lastimar si no se hacen bien (incluso bien hechos, diría yo). Está claro que para gustos... colores (o látigos). No se puede juzgar a nadie por lo que aparente. Hasta la persona más normal (en este caso un hombre bien vestido, de alto standing y grandes negocios) esconde gustos turbios y dispares. Y lo mismo podrías pensar de cualquiera por la calle al que no aprecias más que lo que lleva puesto. ¿Pero que hay detrás de sus prendas?

Ya hablábamos hace tiempo del esconderse y no mostrarse tal cual uno es. El simplemente hecho de avergonzarnos por cómo es nuestro cuerpo. Altos, bajos, gordos, flacos, perfectos (no existen), imperfectos (la mayoría)... o, en nuestro caso, con pequeños o grandes eczemas. Todas las pieles son delicadas y nadie se libra de una rojez, lunares complicados, sequedades, faltas de pigmentación... etc, por lo que debemos entenderlo y tener cuidado con nosotros mismo y nuestros vecinos sin tener que firmar ningún contrato de confidencialidad ocultando al mundo un problema que puede ser de lo más normal.



Quizás esta publicación sea un poco a la ligera, pero tras haber visualizado la película de marras, me ha hecho cavilar cómo alguien puede llegar a lastimarse y sentir placer cuando hay mucha gente que, como yo, ya nos cuesta tener cuidado con nuestro cuerpo como para castigarlo y crearle rasguños, cicatrices e incluso sangrados. No debemos jugar a dominantes y sumisos, sino ser dominantes de nosotros mismos y entender a nuestra piel sin flagelarla ni someterla a torturas. Y no solo en cuanto a nuestra piel, sino todo aquel problema que tengamos, simplemente afrontarlo y aprender a convivir con ello.