Es curioso, pero puede que si tienes algún empaste de los de antaño estés contaminado o contaminada.
No te asustes, si has vivido hasta ahora con ello, puedes seguir haciéndolo. No trascenderá mucho más. Sin embargo, no está de más saber que si tienes ciertos problemas de alergia, dermatitis o algún tipo de dolencia de estas características, háztelo mirar.
Yo no tenía ni idea de este tipo de historias. Todo fue gracias a una prima que es odontóloga y se informó sobre todo esto. Como he dicho en PRIMERAS LÍNEAS, no soy ni seré el primero en buscar soluciones por internet. Y ella también lo hizo, y dio con la web adeaweb.org, en la que una chica comentaba que se había quitado los empastes metálicos (de amalgama de plata) por recomendación de su homeópata. Aunque yo no soy muy de homeopatía, no descarto posibilidades. Y resulta que esta persona notó cierta mejoría al mes de habérselos cambiado.
Tras navegar y enterarse de todo esto, ella me preguntó si yo tenía algún amalgama de plata y.... resulta que 7!
Preguntó y contrastó información acerca de algún protocolo para este tratamiento con profesionales del sector y parece ser que, a día de hoy, no existe oficialmente nada relacionado. Sin embargo, un amigo comentó que sí que había trabajado con un dentista-homeópata (todavía por catalogar esta profesión) y explicó los pasos a seguir:
Clamp y dique de goma (látex en mi caso) para aislar la pieza y tratar la cavidad oral y que no se inhalen las partículas de mercurio que lleva el amalgama al extraerlo. Para remover el empaste y la obturación utilizó una turbina y contraángulo más gres. Tras habérmelos extraído, utilizó una pasta provisional denominada IRM, que es un compuesto de óxido de zinc y eugenol. Y digo provisional porque este "experimento" se hace en dos sesiones con una o dos semanas de por medio. Al dejar esta pasta temporal, lo que se hace es descontaminar el diente de los restos de mercurio que pudieran penetrar en la pieza.
Finalmente, y pasados 7 días, se extrajeron cada una de estas pastas y se cambiaron por un compuesto definitivo hecho a base de hidróxido de calcio, vidrioionómero y el composite.
Listo! Después de dos sesiones de cambios bucales SIN anestesia (qué dolores!), mi boca luce mejor que con aquellos puntos negros tan poco estéticos jaja.
Independientemente de la estética, esperemos que ahora haya servido para algo y haya eliminado de mi cuerpo sustancias nocivas como el mercurio que, quien sabe, podía haber hecho mella en la generación de alergias y empeoramiento de la dermatitis.
Nunca se sabe.
Gracias Sonia.
No te asustes, si has vivido hasta ahora con ello, puedes seguir haciéndolo. No trascenderá mucho más. Sin embargo, no está de más saber que si tienes ciertos problemas de alergia, dermatitis o algún tipo de dolencia de estas características, háztelo mirar.
Yo no tenía ni idea de este tipo de historias. Todo fue gracias a una prima que es odontóloga y se informó sobre todo esto. Como he dicho en PRIMERAS LÍNEAS, no soy ni seré el primero en buscar soluciones por internet. Y ella también lo hizo, y dio con la web adeaweb.org, en la que una chica comentaba que se había quitado los empastes metálicos (de amalgama de plata) por recomendación de su homeópata. Aunque yo no soy muy de homeopatía, no descarto posibilidades. Y resulta que esta persona notó cierta mejoría al mes de habérselos cambiado.
Tras navegar y enterarse de todo esto, ella me preguntó si yo tenía algún amalgama de plata y.... resulta que 7!
Preguntó y contrastó información acerca de algún protocolo para este tratamiento con profesionales del sector y parece ser que, a día de hoy, no existe oficialmente nada relacionado. Sin embargo, un amigo comentó que sí que había trabajado con un dentista-homeópata (todavía por catalogar esta profesión) y explicó los pasos a seguir:
Clamp y dique de goma (látex en mi caso) para aislar la pieza y tratar la cavidad oral y que no se inhalen las partículas de mercurio que lleva el amalgama al extraerlo. Para remover el empaste y la obturación utilizó una turbina y contraángulo más gres. Tras habérmelos extraído, utilizó una pasta provisional denominada IRM, que es un compuesto de óxido de zinc y eugenol. Y digo provisional porque este "experimento" se hace en dos sesiones con una o dos semanas de por medio. Al dejar esta pasta temporal, lo que se hace es descontaminar el diente de los restos de mercurio que pudieran penetrar en la pieza.
Finalmente, y pasados 7 días, se extrajeron cada una de estas pastas y se cambiaron por un compuesto definitivo hecho a base de hidróxido de calcio, vidrioionómero y el composite.
Listo! Después de dos sesiones de cambios bucales SIN anestesia (qué dolores!), mi boca luce mejor que con aquellos puntos negros tan poco estéticos jaja.
Independientemente de la estética, esperemos que ahora haya servido para algo y haya eliminado de mi cuerpo sustancias nocivas como el mercurio que, quien sabe, podía haber hecho mella en la generación de alergias y empeoramiento de la dermatitis.
Nunca se sabe.
Gracias Sonia.
