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11/06/2014

¿CONOCES TU CUERPO?

¿Conoces tu cuerpo? ¿Te tocas? ¿Tienes unos puntos más sensibles que otros?
No me malinterpretes (o sí), pero no sé si sabes que tu cuerpo habla de ti. Sí, sí, como lo lees. Cada mancha, cada grano, cada pequeño síntoma que aparece en tu piel refleja parte del funcionamiento de tu organismo. Tu cuerpo es un libro abierto y solo tienes que aprender a leerlo.

A lo que me refiero con todo esto es a una técnica de la que había oído hace tiempo, pero que tampoco le presté toda la atención en su momento hasta que ahora puedo verlo. Es la reflexología podal.
Estos últimos días he llevado en mi carpeta un par de hojas ilustradas que han llamado la atención de algunos y algunas. Y no es para menos, porque no cualquiera lleva consigo un papel con pies y manos dibujados y marcados con colores y zonas delimitadas y segmentadas que refieren a diferentes órganos de tu cuerpo.

"La reflexología podal es una técnica terapéutica basada en la estimulación de puntos sobre los pies, denominados zonas de reflejo. Supone la aplicación de un masaje manual que aplica presión en áreas reflejas de los pies para producir efectos específicos en otras partes del cuerpo.
[ http://reflexologiapodalweb.com/ ]

Podría contarte un poco sobre la historia de esta técnica evolucionada desde el antiguo Egipto hasta el siglo pasado que fue cuando se descubrió que el cuerpo humano era atravesado longitudinalmente por diez meridianos (cinco por cada pie), pero me da pereza.

Lo que a mi me interesa contarte es lo curioso que resulta ver cómo estos puntos y estos meridianos afectan y reflejan tus dolencias o malestares corporales. Hace meses acudí a un masajista que me explicó, de manera rápida, cómo el cuerpo se regía por unas líneas imaginarias que recorren tu ser de la punta del pie a la cabeza afectando mediante su punción a tus dolores. En ese momento yo tenía una contractura en el cuello que, al ponerme un dedo en la cabeza y otro en la espalda, el dolor desaparecía. Yo me sorprendí, pero pasé. Me llamó la atención, pero ya tenía yo bastante en lo que pensar como para ponerme a descifrar ahora enigmas corporales. Esta persona también me comentó que había curado psoriasis mediante esta técnica, pues conseguía un ajuste corporal que hacía que el cuerpo brotara y expulsara toda toxina (más o menos lo que a mí).
Puntos de reflexología en el pie.

Pues bien, pasó el tiempo y la persona a la que acudo para tratar este problema siempre se fija en mis ojos (este tema tendré que indagarlo próximamente) y en si broto más en unas zonas u otras, ya que según dónde me aqueje estaré reflejando un órgano distinto de otro. Y fue hace poco que me dio las hojas que te comentaba al principio. Dos hojas que muestran dos plantas de los pies delimitando áreas en las que se reflejan todos y cada uno de nuestros órganos. Hasta ahí puede resultar curioso leerlo, pero cuando yo me examino y veo que las zonas más afectadas por este limpieza coinciden exactamente  con órganos como el hígado, los riñones, la uretra, los pulmones... es decir, aquellos que tanto me he cansado de decir que eliminan y depuran las toxinas del cuerpo. A lo mejor, si otra persona tuviera problemas intestinales, tendría reflejado eccemas en partes relacionadas con el colon, por ejemplo.
Puntos de reflexología en la mano.

Pero claro, no solo tengo eccemas en los pies, sino que todo mi cuerpo ha ido hablando de mis órganos durante todo este tiempo y, después de todo, he buscado para saber qué y dónde afecta. Las manos también se dividen por zonas casi similares a las de los pies. E incluso la cara. En esta última me llamó especialmente la atención porque toda mi vida he padecido de sequedad en la zona de los párpados y resulta que es la parte de la cara que refleja los riñones y la vesícula.

Puntos de reflexología facial.

Te lo podrás tomar más o menos en serio. Pero es realmente curioso y, sobre todo, verlo en tus propias carnes. Ahora tendremos que aprovecharnos del tema y, cada vez que nos duela algo pediremos que nos masajeen los pies, la cabeza... cualquier excusa es buena para un masaje reconfortante y saludable.

Ya sabes que es lo que tienes que hacer a partir de ahora. Aprende a leer y entender tu cuerpo. Tócate ;)




10/13/2014

EL ÓRGANO MÁS GRANDE JAMÁS CONTADO

Dermatitis atópica. Esa gran desconocida, aparentemente.

Pasan los días, semanas y meses. Y desde que empecé a redactar este blog son muchos los que han curioseado por aquí, y lo agradezco mucho. He ido relatando momentos, anécdotas y alguna que otra curiosidad relacionada con esta enfermedad. Pero claro, después de 21 entradas (dios, veintidós con esta) uno tiene que exprimirse los sesos para sacarle jugo a este espacio y generar interés.

Como también te he recordado muchas veces, tú eres la parte más importante de esto. Si no me lees, de nada me vale. Y gracias a muchos como tú que han sugerido ideas y que han estado al pie del cañón conmigo, continúo.

Me han dicho que por qué pasa esto, que a qué se debe en sí la DA. ¿Dónde está el origen de este problema? Quien lo sabe.
No es una enfermedad que digas "Ah! He aquí el fallo, vamos a sustituir esta pieza". No. En realidad, es un cúmulo de cosas.

Falta de protección en la dermis, problemas alérgicos, asma... muchas enfermedades pueden ocultar a esta otra. Muchas personas, cuando nacen, ya traen problemas dérmicos que poco a poco van subsanándose con el tiempo (en mi caso desde los 18 meses). Unas se curan y otras empeoran. Y en otros casos, aparece en una edad más avanzada llamándose dermatitis de contacto o incluso derivada por malo hábitos que descarrilan lo que teníamos dentro "dormido". Con estos hábitos me refiero a excesos de higiene (pérdida progresiva de la capa protectora de la dermis), ingesta de alimentos indebidos (cada uno sabe qué es lo puede o no comer, o lo intuye). En mi caso he ido adquiriendo alergias y las he controlado, pero no soy el único. Cada vez aparecen más. Es ahí donde hay que controlar. Cada vez hay más mierda en el mercado para llevarnos a la boca (allá cada empresa con su conciencia social). Y ya no solo productos para comer, sino detergentes, jabones, perfumes, cremas hidratantes... esencias que quedan en nuestra piel al estar en contacto con nuestras sábanas, toallas, ropa, manos... que vuelven irritable y vician nuestra dermis.

Alergia al pelo de animales. Ya sean de compañía como el perro y el gato que tengamos en casa, o de otros que podamos encontrar habitualmente en nuestro entorno. Así como al polen o a los ácaros, que se encuentran en un elevado porcentaje de la población. Limpieza señores! jajaja.

También es importante controlar el estado emocional. Desamores, exámenes, estrés laboral... merman a uno y aceleran un picor inevitable.

En definitiva, si has leído otras entradas, comprenderás que lo importante es estar bien por dentro para que eso se demuestre por fuera. Dicen que la sonrisa es el espejo del alma, pues la piel es el espejo de nuestro organismo. Cualquier problema hepático, renal, digestivo... se ve a través de ella. Muchas veces olvidamos que la piel es el órganos más grande de nuestro cuerpo y el que nos protege del exterior. Pues vamos a tratarla bien.

¿Dónde está el origen entonces? En el cuidado de uno mismo. Es muy costoso y muy lento regenerar y poner a tono algo que te envuelve por completo. Pero vale la pena luchar por estar bien. Y aquí es donde hago una reflexión para todos aquellos que necesitan un impulso y ánimos para superar cualquiera de sus "problemillas". Al final todos tenemos algo más o menos visible, más o menos doloroso... pero en definitiva, somos personas y qué mejor que apoyarnos para superarlo y llevarlo mejor.

Arriba ese ánimo y buen comienzo de semana!



Gracias a Anxo por el apoyo y las ideas y a Ana por ser así de fuerte.

6/22/2014

ESTRÉS Y ESTADOS DE ÁNIMO

Tranquil@, ante todo mantén la calma.

Tengo tendencia a cierto nerviosismo e inquietud ante la vida. Eso no es malo, siempre está bien tener ganas de más y estar motivado. Pero la impaciencia roza el estrés y a veces es peor.

Ya puedo no tener nada que hacer, que en mi interior hay algo que no está cómodo con la calma abusoluta. Y no me refiero a que sea hiperactivo, que "non teño paraxe". No. No soy de esas personas inquietas, simplemente el saber que hay algo que hacer y no estoy haciendo, el querer algo y ver que no lo consigo... ciertas puntualidades que hacen mella en el sistema nervioso y, seguidamente, actúan en la dermis.

Hace poco me comentaba una madre que su hijo (también con dermatitis) estaba peor de lo normal, pues estaba de exámenes y era incapaz de descansar su picazón. Yo le dije que no se preocuparan, que eso (al menos en mí) fue normal de siempre. Cada año escolar terminaba con sus exámenes de junio y mi piel creo que ya lo tenía asumido. A rascarse se ha dicho. Pero ya en la universidad se me llegó a complicar el tema con tanto estrés que mi espalda se llegó a quedar a dos colores. Obra abstracta digna del MOMA. Y es que incontroladamente llegas a desarrollar una flexibilidad en los brazos para llegar a rascarte allí donde no llegas que es increíble.

Total, que para combatir el cuadro abstracto utilicé un solarium. Se me había recomendado en dermatología acudir a sesiones de Fototerapia. Pero para ello suponía desplazarme más de 80km cada día. No cundía. Por lo que se me dijo que no era lo mismo, pero que el solarium, usado en pequeñas dosis, podía suplir ese sistema. Probé y efectivamente dio sus resultados. Además de irse gran parte de los eccemas, acabé moreno. Dos por uno.

Pues bien, como ya te comenté, cada año era lo mismo. Pero cada vez atacaba en un lugar diferente. No sé si el cuerpo tienen memoria y para no lastimarse de más, te ordena rascar en otro sitio. Pero así fue, un año la espalda, otro año las piernas, luego la barriga... y así sucesivamente.

Como ves el estado de ánimo influye. Hay que aprender a vivir con calma, y eso es muy difícil. Aunque también va en el carácter. Suertudos aquellos que viven tranquilos!

Después de todas esas aventuras que te he ido contando en posts anteriores, y pasado el momento naturista, he de contarte mi nueva historia: fisioterapia, osteopatía y... REIKI?
Digamos que de tanto aconsejarme en casa de que fuera a un fisio a por unos masajes que me relajasen, decidí acudir a uno en Coruña del que teníamos referencias buenas. Pues bien, una vez me decidí, pedí cita y ¿cuál fue mi sorpresa?
De todo menos masajes.

Me hizo una entrevista previa para conocer antecedentes familiares con otras enfermedades y llegando a preguntar cosas privadas muy fuera de lugar. Sentimentalismos frustrados en padres, abuelos, tíos que puedan influir y arrastrar psicológicamente durante generaciones provocando en otros DA (dermatitis atópica). Constelaciones familiares. Búscalo y me cuentas.
Parece ser que todo se queda en el alma y se "hereda" cual frustración y genera otro tipo de reacciones. En mi caso se llegó a deducir que dos suicidios en la generación de mis abuelos, y dos abortos en la generación de mis padres podrían ser los causantes de dos DA en mi generación (que las hay). Menos mal que sigo vivo...

Y dicho esto y tras un par de sesiones de NO masajes, llegó un momento en el que me pidió que cerrara los ojos e imaginara ciertas escenas. Yo, que soy curioso de más, los abrí y veo al profesional cabeza levantada y brazos estirados sobre mí cual meiga. Y tras ello, me recomiedo las FLORES DE BACH. En mi vida había oído hablar de eso. Pues son unas esencias de flores que dosificas en un cuentagotas cada día. Y en función del estado de ánimo tomas unas u otras.

Dejé de acudir a estas sesiones, pero seguí tomando las flores. Más tarde acabé por darme cuenta de que me estaba deprimiendo. Yo, que soy de poco llorar, tenía cierta tendencia a la lágrima mucho más a menudo y todo me ponía triste. Digamos que necesitaba expulsar toda esa "rabia y pena" contenida durante tiempo. Pero una cosa es desahogarse y, otra muy distinta, sumirse en una depresión. Así que dejé todo. A mí que me den las flores para sonreír, que para llorar ya está la realidad jajaja.

Con todo esto quiero decir que hay que estar a gusto con uno mismo. Que los estados de ánimo influyen y repercuten en tu piel. Tristeza, estrés, agobio, depresión... no las dejes entrar, que acabarás peor. Tu fortaleza y positivismo palian mejor la enfermedad y su mejoría.

A sonreír.

Gracias por leerme.