Dermatitis atópica. Esa gran desconocida,
aparentemente.
Pasan los días, semanas y meses. Y desde que
empecé a redactar este blog son muchos los que han curioseado por aquí, y lo
agradezco mucho. He ido relatando momentos, anécdotas y alguna que otra curiosidad
relacionada con esta enfermedad. Pero claro, después de 21 entradas (dios,
veintidós con esta) uno tiene que exprimirse los sesos para sacarle jugo a este
espacio y generar interés.
Como también te he recordado muchas veces, tú
eres la parte más importante de esto. Si no me lees, de nada me vale. Y gracias
a muchos como tú que han sugerido ideas y que han estado al pie del cañón
conmigo, continúo.
Me han dicho que por qué pasa esto, que a qué se
debe en sí la DA. ¿Dónde
está el origen de este problema? Quien lo sabe.
No es una enfermedad que digas "Ah! He
aquí el fallo, vamos a sustituir esta pieza". No. En realidad, es un
cúmulo de cosas.
Falta de protección en la dermis, problemas
alérgicos, asma... muchas enfermedades pueden ocultar a esta otra. Muchas
personas, cuando nacen, ya traen problemas dérmicos que poco a poco van
subsanándose con el tiempo (en mi caso desde los 18 meses). Unas se curan y
otras empeoran. Y en otros casos, aparece en una edad más avanzada llamándose dermatitis de contacto o incluso derivada por malo hábitos
que descarrilan lo que teníamos dentro "dormido". Con estos hábitos
me refiero a excesos de higiene (pérdida progresiva de la capa protectora de la
dermis), ingesta de alimentos indebidos (cada uno sabe qué es lo puede o no
comer, o lo intuye). En mi caso he ido adquiriendo alergias y las he
controlado, pero no soy el único. Cada vez aparecen más. Es ahí donde hay que
controlar. Cada vez hay más mierda en el mercado para llevarnos a la boca (allá
cada empresa con su conciencia social). Y ya no solo productos para comer, sino
detergentes, jabones, perfumes, cremas hidratantes... esencias que quedan en
nuestra piel al estar en contacto con nuestras sábanas, toallas, ropa, manos...
que vuelven irritable y vician nuestra dermis.
Alergia al pelo de animales. Ya sean de compañía
como el perro y el gato que tengamos en casa, o de otros que podamos encontrar
habitualmente en nuestro entorno. Así como al polen o a los ácaros, que se
encuentran en un elevado porcentaje de la población. Limpieza señores! jajaja.
También es importante controlar el estado emocional. Desamores,
exámenes, estrés laboral... merman a uno y aceleran un picor inevitable.
En definitiva, si has leído otras entradas,
comprenderás que lo importante es estar bien por dentro para que eso se
demuestre por fuera. Dicen que la sonrisa es el espejo del alma, pues la piel
es el espejo de nuestro organismo. Cualquier problema hepático, renal,
digestivo... se ve a través de ella. Muchas veces olvidamos que la piel es el
órganos más grande de nuestro cuerpo y el que nos protege del exterior. Pues
vamos a tratarla bien.
¿Dónde está el origen entonces? En el cuidado de
uno mismo. Es muy costoso y muy lento regenerar y poner a tono algo que te
envuelve por completo. Pero vale la pena luchar por estar bien. Y aquí es donde
hago una reflexión para todos aquellos que necesitan un impulso y ánimos para
superar cualquiera de sus "problemillas". Al final todos tenemos algo más o menos visible, más o menos
doloroso... pero en definitiva, somos personas y qué mejor que apoyarnos para
superarlo y llevarlo mejor.
Arriba ese ánimo y buen comienzo de semana!
Gracias a Anxo por el apoyo y las ideas y a Ana
por ser así de fuerte.
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