- Hola. Me puede poner ese bocadillo de pavo y queso?
- Hola. Sí claro.
- Cuánto es?
- 3,50€
- Aquí tiene, gracias.
- A usted. Hasta luego.
Hasta aquí todo normal. Una conversación en una cafetería en la que pido un bocadillo, lo compro y lo como.
Lo como? Mejor dicho, lo pruebo. Porque tras haberle dado el primer mordisco... Sorpresa! Aquí hay más de dos sabores (pavo y queso). Hay algo que me resulta conocido, aunque lejano. Y me gusta. Tras el primer bocado discurro en mi paladar que ese sabor es el de mi añorada mayonesa! Cinco años sin probarla y todavía la recuerdo. Pero acto seguido al disfrute, escupo el trozo. Por qué? Porque la mayonesa lleva huevo! Y soy intolerante!
Por qué en el estante donde se encuentran todos los bocadillos y demás cosas para comer en una cafetería no se me informa de que eso pueda llevar mayonesa? Si en el papelito de información sobre lo que lleva cada bocadillo pone "pavo y queso", por qué narices no pone "pavo y queso CON mayonesa". Es que esto ya no es cuestión de intolerancias o alergias. Existe otra variedad de personas que detestan las salsa o, en particular, la mayonesa.
A mí sí que me gusta. No obstante, yo me tengo que llevar el mal trago y el susto de que si ingiero ese alimento me supone una gastroenteritis con unos dolores impresionantes en el estómago. Y gracias al rápido procesado de información de mis papilas gustativas, escupo todo. También es cierto que puedo dar "gracias" (todo ironía, claro) de ser intolerante y no alérgico. Porque probablemente una persona alérgica se hubiera quedado pajarito en el sitio y le habría supuesto un problema mucho más gordo al responsable de dicha cafetería.
- Perdona, me puedes dar este mismo bocadillo pero sin mayonesa?
- Lo siento. Pero es que todos esos bocadillos la llevan.
- Y por qué no se informa en ningún lado de que lleva esa salsa?
- Ya... mmm... bueno... sí, lo siento, pero...
- Pues ni lo siento ni na, pero a mí esto o me lo cambias por algo que me digas exactamente lo que lleva dentro, o me devuelves el dinero.
- Sí, claro. No se preocupe.
Es en esos momentos en los que por tu cabeza se te pasa la idea de la demanda judicial. Y si me da por querellarme contra este establecimiento por no haber informado correctamente sobre un alimento? Mmm... fuente de ingresos! Hay que saber sacarle partido a tu enfermedad (es broma).
Información de las nuevas etiquetas. Fuente: El País |
Destacar los alérgenos más comunes (huevo, leche, gluten, frutos secos...etc), el tipo de aceite utilizado, el origen de cada ingrediente, su elaboración, informe nutricional completo... un sinfín de características necesarias para informar a toda una población que cada día va en aumento. También el tamaño de letra es muy importante, pues hay ciertos envases en los que necesitas un microscopio para examinar esa mancha negra que intuyes por letras.
En resumen, un gran avance para esta, nuestra comunidad alérgica. Aunque todavía queda mucho para ver cómo se asienta esta normativa y podamos ver que efectivamente se cumplen los requisitos marcados. Aún así, yo a mayores exigiría que se eliminara la etiqueta de Puede contener trazas de, ya que es una manera de limpiarse las manos la empresa que fabrique dicho alimentos por utilizar en sus procesos ingredientes alergénicos que en el producto en cuestión no van, pero por si acaso, lo dejan avisado. Que limpien más en sus cintas de fabricación, y que eviten esa problemática. O la manía pastelera de pintar con huevo toda superficie para que quede más doradito y resultón al consumidor. Vivimos en un mundo de trampas culinarias.
Seguramente que tú conozcas (o padezcas) alguna intolerancia o alergia o, en su defecto, sepas de alguien a quien le pase algo así. Cómo ves esta cuestión? Te ha pasado alguna anécdota o te ha surgido un problema por causa de información en el etiquetado?
Me gustaría que pudiéramos compartir experiencias, así que tienes todo el espacio del mundo un poco más abajo de estas líneas para explayarte.
Muchas gracias y buen provecho.