10/13/2014

MENUDO EMBOLAO


[Antes de empezar a leer esta entrada, deberás saber qué he tenido que recuperar parte de la información tras haber sido eliminada anteriormente por error la original]


"L´afrique commence aux Pyrénées". Ya se reían en Europa hace dos siglos de nosotros y lo siguen haciendo ahora. Pero razón no les falta, porque motivos se los damos suficientes, o mejor dicho, les dan.

Una cadena de fatales errores y faltas de consideración, formación e incluso de respeto han ido descarrilando un fenómeno que parecía imposible: la entrada del virus en Europa. Y quien ha sido el responsable de algo tan surrealista? Pues un Gobierno inepto y nefasto que mira hacia otro lado cada vez que se le pregunta por sus errores (o te miran de frente a través de un plasma).
Si se están tomando precauciones a nivel mundial para tratar de no expandir el virus fuera del foco africano, lo correcto sería aplicar las medidas oportunas y tener cuidado. ¿Y qué pasó?

¿Cuántas personas había ya contagiadas y se han contagiado después y ninguna ha sido repatriada? Casualmente traemos a un mensajero de Dios, los demás no importan. Pero de qué nos asombramos cuando nuestros ministros tienden a condecorar a vírgenes y santos con la medalla al mérito militar (tema a parte).
Total, que se trae y se nos muere. No contentos, aparece otro infectado y se nos muere también.

Asumiendo todos los riesgos que estos traslados suponían, se presumía de protocolos y medidas de seguridad, así como de personal sanitario preparado. Y resulta que no había nada de eso. A los pocos días salta a primera línea de informativos una enfermera, Teresa Romero, afectada de ébola tras atender a García Viejo. Empiezan así una consecuencia de hechos que dejan "en bragas" al sistema (muchos se me quedarán en el tintero).
Tras los testimonios de la enfermera y sus familiares y compañeros de profesión se ha destapado la falta de previsión y formación por parte del Ministerio de Sanidad hacia nuestros sanitarios. Y para más inri, los altos cargos, como el titular de la Sanidad de la Comunidad de Madrid Javier Rodríguez,  se eximen de cualquier responsabilidad aludiendo a las posibles mentiras de la enfermera. Mentirosos ellos.

Formación insuficiente o nula, charlas exprés de media hora, centros no especializados y un rápido vestir y desvestir del traje propicio para el caso. Son algunos detalles que denuncia el personal médico tras la "muy cuestionable repatriación", a mi manera de ver, de los dos religiosos. "Ya quisiera yo que le diéseis el mismo protagonismo a los niños que se mueren aquí que a los perros", denunciaba así el misionero español José Luís Garayoa. Y es que menudo revuelo. España pendiente de sacrificar o no a Excalibur, el perro de Teresa Romero.
A fin de cuentas todo esto tendría que haber con el sacrificio de Ana Mato, ministra de sanidad. "Todos los protocolos se están cumpliendo a raja tabla", declaraba tras el caso del padre Pajares. Mentira tras mentira hasta poner a España en riesgo. Como dice el refrán: Muerta la perra, se acabó la rabia.

¿Y por qué, si desde los años cuarenta existe este virus, no existe un remedio ni se investiga para paliarlo? Pues porque resulta que es un virus africano que solo afecta a una zona. Y volvemos a lo mismo, no merece la pena gastar en i+D. No es rentable gastar en curar a esos cuatro negros (vaya por delante mi tolerancia).  ¿Te suena todo esto de alguna entrada anterior? No somos rentables. Dermatitis, ELA, cáncer... y sabe dios cuántas enfermedades más. Pero no os preocupéis, que EE.UU. está investigando la manera de reducir gasto en enviar humanos a Marte induciéndolos a una hibernación durante el viaje. Menos mal.

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