12/29/2014

CUENTA ATRÁS

"Salud, Dinero y Amor". Tres pilares fundamentales sobre los que la Humanidad se ha inventado su estado de bienestar personal a lo largo de los siglos. Y, como marca la tradición, es lo que se pide y en lo que se piensa previo a las campanadas de la noche de fin de año mientras te vas zampando las uvas a golpe de carrillón.

Nervios, ilusión, champán, uvas, algo de turrón, mazapanes y algún que otro familiar achispado suelen rodearte durante este momento crucial en el que despides un año y recibes el nuevo. Asimismo, unos celebrarán el año que dejan y pedirán que se repita y siga igual de bien el siguiente, pero lo más común es rajar del saliente y encomendarte al entrante pues has dejado atrás un año de mierda y necesitas que tu vida se reconduzca. Eres de los primeros o de los últimos? Si eres de los primero, enhorabuena; porque es complicado que se dé esa situación. Si eres de los agoreros y necesitas que cambie tu vida ya... PONTE LAS PILAS! Y bienvenido al club.


Vas de duro/a por la vida y mantienes con firmeza las ventajas de ser single. Qué bien se vive solito sin preocupaciones. Pero en el fondo echas de menos ese punto romántico que compartiste con alguien y te gustaría repetir. Ya tienes tu deseo, aunque ínfimo, sobre uno de esos pilares que te comentaba: el amor.

Vives en un país de mierda en el que cualquier oficina del paro se llena más que cualquier pub o discoteca en la noche del 31 de diciembre. Te has vuelto un economista experto porque cuentas cada céntimo que sale de tu bolsillo sabiendo que no volverá a entrar en él nunca más. Y a pesar de haber ganado experiencia en ese sector, no te cuenta para las ofertas de trabajo que buscas y rebuscas cada día. Piensas en la emigración, en el emprendimiento, en el envenenamiento y... paras de pensar cuando te acercas al pensamiento asesino o terrorista. Es entonces cuando pides por el segundo pilar: el dinero.

Te gusta salir de fiesta, comer hasta reventar, te bebes hasta el agua de los floreros... Una nochevieja por todo lo alto. Pero sabes que no es el único momento del año en el que estos puntos desatan tu festividad interna, ya que a lo largo de 365 días existen distintos momentos de celebración (menos mal). Tu cuerpo y tu mente los disfrutan, pero tienen un tope. Todo en exceso es malo y todos tenemos problemas de algún tipo. Desde una leve fractura en un brazo hasta enfermedades complicadas que conllevan un largo tratamiento. Si no eres tú, es alguno de tu familiares o amigos y, aunque solo sea por esa noche, pides por ti y por ellos el tercer y último deseo: la salud.

Sea cual sea ese malestar que te aqueja, créeme que es lo único por lo que te debes preocupar. Hablamos de tres ingredientes básicos para empezar el año, pero hay uno que no puede faltar en cada casa. Es el de la salud. Podemos pensar que sí, que el dinero es muy importante para poder mantenerla y poder sobrevivir cada día. Y es verdad. Por eso no debemos de permanecer sentados esperando a que nos llueva, pero sí luchando y esforzándonos. El amor ese ingrediente que, sinceramente, puede esperar. Quiérete a ti mismo primero y ayúdate a estar bien física y mentalmente, porque no todo lo que duele está en tu cuerpo, sino que tu cabeza debe estar en su sitio. Es muy importante. Y puede que tu dolencia sea muy problemática, dura de llevar y necesite un largo proceso de recuperación. No importa, tira para adelante. Y si caes en algún momento, apóyate en tu gente que estarán ahí para lo que haga falta.
A mí me pasó y es muy duro, pero agradecido. Podríamos decir que llevo la salud a flor de piel, pero no vamos a adelantarnos a los hechos. Aún falta por darle unos últimos toques. Comienza mi cuenta atrás.




Feliz Año Nuevo
Feliz 2015

Feliz Salud

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